Cuando mi hija menor se fue de casa el año pasado, me pidió como regalo una manta tejida a crochet, con franjas de colores.
Para hacerla más interesante, busqué un patrón con ondas; para que fuera abrigadora, me preocupé de que fuera un punto tupido. Y este es el resultado.
Izquierda: el ancho de la manta, que cubre la cama de dos plazas. Centro: detalle de los extremos: cada uno tiene una borla de distinto color. Derecha: el punto utilizado.
A mi hija le encantó.
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